El Test de Depresión de Beck (BDI) es una herramienta de autoevaluación utilizada para medir la severidad de la depresión en individuos. Fue desarrollada por el psicólogo Aaron T. Beck y es ampliamente utilizado tanto en la práctica clínica como en la investigación para evaluar la presencia y la intensidad de los síntomas depresivos.
Con el tiempo, el BDI ha sido revisado para mejorar su validez y precisión, resultando en la versión actualizada conocida como BDI-II. Esta versión también incluye 21 ítems pero con algunas modificaciones en los ítems y las opciones de respuesta para reflejar mejor los criterios diagnósticos de depresión del DSM-IV (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales).
El inventario (BDI-II) consta de 21 reactivos, cada uno relacionado con un síntoma específico de depresión. Cada reactivo se califica en una escala de 0 a 3, basándose en la severidad del síntoma durante el último mes.
Es importante notar que, aunque el BDI-II es una herramienta útil para evaluar la severidad de los síntomas depresivos, no debe usarse como el único medio para diagnosticar la depresión. Un diagnóstico adecuado requiere una evaluación clínica completa por parte de un profesional de la salud mental.
Lea con atención cada grupo de afirmaciones cuidadosamente. Luego, elija uno de cada grupo. Si varios enunciados de un mismo grupo le parecen igualmente apropiados, marque el número más alto. Verifique que no haya elegido más de uno por grupo, incluyendo los reactivos 16 (cambios en los hábitos de sueño) y 18 (cambios en el apetito)
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